Elaborar un buen currículum es clave para poder optar a cualquier puesto de trabajo, y tal y como está el mercado laboral, merece la pena invertir tiempo en su correcta realización.
Debemos tener en cuenta que el currículum no se debe reducir a un compendio de nuestros estudios y habilidades, sino que ha de ser una auténtica carta de presentación. Como tal, hemos de conseguir que sea atractiva para nuestro empleador, que llame la atención y que nos ayude a sacar algo de ventaja respecto a otros candidatos.
Son muchos los modelos de currículum que pueden ser válidos. En esto no suele haber una norma fija, si bien hay unas normas básicas que debemos cumplir. En este artículo las repasamos para que puedas aplicarlas en tu modelo.
VARIOS PUESTOS, VARIOS CURRÍCULUMS
Hemos de desechar la idea de hacer un único currículum y pensar que ya está. Debe ser un documento dinámico, vivo, que necesita de actualizaciones periódicas. Por eso es interesante hacer más de uno según los puestos que nos interesen. No es recomendable meter toda la información en un mismo modelo, conviene destacar habilidades diferentes en cada uno.
LA EXTENSIÓN, FACTOR CLAVE
Los currículums de varias páginas son cosas del pasado. Probablemente tu hipotético futuro jefe no pase de la primera página y acabe relegado al fondo de una gran pila de documentos similares.
Has de hacer por tanto un gran trabajo de síntesis, ya que no debe ocupar más de una página. Si tienes mucha experiencia laboral, más esfuerzo habrás de hacer, destacando siempre los puntos más fuertes y los que pienses que mejor casan con el perfil al que optas.
Ve directo a lo que quieres, no te enrolles con demasiada palabrería. Quien te lea puede aburrirse y pasar al siguiente candidato. Utiliza un lenguaje claro, sin aliñar tus puestos o experiencia anterior con demasiada pompa. Así se verá que eres una persona directa y que no se anda con rodeos, resolutiva por naturaleza.
QUE SE TE VEA
Sí, has de incluir una fotografía. Ha de ser clara, donde aparezcas solo y que se te vea bien. Olvídate de gafas de sol, sombreros u otros aditamentos que no aporten nada. Es muy positivo que se te vea con una buena sonrisa. Recuerda que tu foto es tu escaparate.
Recuerda también actualizar periódicamente la fotografía, no utilices fotos demasiado antiguas de ti. Además de todo esto, si tienes perfil en redes sociales sería una buena idea utilizar esta foto también para tus redes. Muchas empresas hacen búsquedas en Google del candidato que tienen sobre la mesa, por lo que si concuerda esa fotografía con la que han encontrado en tu currículum, mucho mejor.
LOS DATOS DE CONTACTO
Resulta obvio decir que deben estar actualizados. Bastará con un teléfono y una dirección de correo electrónico. Punto importante: no hay nada peor para un currículum que usar una dirección de correo que tenga un nombre poco serio, aunque sea tu correo de siempre. Imagina la cara de quien te va a contratar si tu correo electrónico es bebocervezasasaco@dominio.com Olvídate de eso, crearse una nueva es gratis. Sopesa comprar el dominio de tu nombre y apellidos, por ejemplo. Por no mucho dinero anual tendrás un correo único y que da una imagen de marca.
Puede parecer algo de cajón, pero muchos currículums acaban en la basura al no haber puesto el solicitante una manera de contactar. No es mala idea poner enlaces a tu propia web si la tienes o a tus redes sociales. Previamente controla tus publicaciones, dicen mucho de ti para bien o mal.
LO IRRELEVANTE SOBRA
No va a aportar nada positivo. Céntrate en tus estudios completados y habilidades, lo que has aportado a otras empresas, todo lo que eres capaz de hacer bien. Destaca todos esos puntos fuertes y poténcialos. Muestra ilusión por el puesto al que aspiras, y véndete de manera clara pero sutil.
Olvida también esas frases hechas que se ponen en muchos currículums, tipo “capacidad de trabajo en equipo” o “capacidad de liderazgo”. Si efectivamente estas son tus habilidades, personalízalas al máximo y aléjate de estereotipos. No hagas lo mismo que los demás, distínguete.
LO QUE DEBES POTENCIAR EN TU CURRICULUM
Hoy en día es muy importante contar con profesionales que tengan capacidad de adaptarse a los cambios, ya que el mercado laboral no es nada estático. Por eso has de mostrarte disponible para que quien te contrate pueda ver que sabes hacer aquello que dices que sabes.
Haz uso de negritas para la información más relevante, resaltando aquellos de tus puntos fuertes que tienen una relación directa con lo que se necesita. No es mala idea hacerlo en orden cronológico inverso, de tal manera que lo más reciente sea lo que aparezca en primer lugar.
Y punto muy a tu favor: si has trabajado en algo que no tiene que ver con el puesto al que te interesa, no lo omitas, es mucho mejor mostrar eso a que aparezca un periodo de tiempo vacío en tu timeline laboral.
LA PRESENTACIÓN, LA CLAVE A LA HORA DE HACER UN CURRICULUM
Es algo natural, piensa en tu currículum como la elaboración de un restaurante: ha de entrar por los ojos. Condensa todo en esa página de la que hemos hablado, dale una estructura clara y una secuencia lógica. Podrás encontrar tanto en los programas de ofimática como en Internet multitud de plantillas gratuitas que están muy bien hechas y puedes personalizar a tu gusto. Eso sí, escoge bien la fuente, ha de ser muy clara y legible.
Si hace falta repasar 100 veces tu currículum, hazlo. No permitas que una errata, una falta de ortografía o un número de teléfono mal puesto acabe con tus posibilidades.
No es quizás mala idea huir del folio de color blanco y comprar alguno en un tono muy suave o con características especiales, como el papel verjurado. Eso sí, sin pasarse. Que lo que destaque sean tus aptitudes y el contenido.
¿Todo claro? Sigue estos pasos y haz de tu currículum algo dinámico y vivo, que demuestre que todo lo que contiene es la llave de tu éxito.