La tarea de la escritura digital es apasionante. Llegué a ella de forma un poco casual y, poco a poco, he ido haciéndome un huequecito en este sector hasta el punto de que ahora escribo para varios medios. También me hacen encargos como copywriter y la cantidad de temas que he llegado a tocar es grande, algunos con más fortuna que otros.
A decir verdad, escribir es un proceso en el cual estás en continuo aprendizaje. De hecho, creo que disto mucho de ser un buen escritor y estoy continuamente buscando la manera de hacerlo mejor. Para ello, leo a otras personas y tomo aquellos trucos que creo que me pueden servir.
La entrada de hoy va a resultar interesante para todos los que al igual que yo os dedicáis teclear: cómo conseguir generar contenidos con más rapidez. No se trata de dar 210 ppm en el teclado, me ruboriza decir que escribo con 2 dedos, sino de no perder el tiempo escribiendo.
La tiranía de la pantalla blanca
Sí, sentarse ante el ordenador sin saber cómo vas a llenar de contenido esa pantalla es un reto. Pocas veces me siento ante el ordenador sin saber lo que voy a hacer. Pueden pasar minutos en los que las musas no se despiertan y además el cronómetro está corriendo. El tiempo que pasas ante la pantalla sin escribir es tiempo perdido y, por tanto, ingresos que no se generan. Tu tiempo como escritor vale dinero, tanto como tus contenidos.
Las ideas llegan solas
Sí, muchas veces me inspiro para escribir en cualquier ocasión. Puede ser dando un paseo, conduciendo o en la cama. No dejes escapar esas oportunidades, anótalas en algún lugar y ya las tienes ahí. Normalmente las apunto en la app Notas de mi iPhone, si bien en cualquier smartphone hay aplicaciones similares.
Si te sientas ante el ordenador con unos bocetos, probablemente sepas como ir dándoles forma y engarzándolos. Hemos dicho que a escribir se aprende dándole a las teclas y cuanto más lo hagas, más rápido generarás contenido.
Sigue un esquema
A la hora de sentarme a escribir, y si lo estoy haciendo en WordPress, sigo siempre el mismo patrón. Pongo el título, la metadescripción, etiquetas, categoría y finalmente, hago el contenido. Las imágenes, subrayados, negritas y enlaces normalmente los dejo para el final.
Es muy importante que nunca entregues un trabajo sin haber hecho una minuciosa revisión, ya no por el tema de las faltas de ortografía, que son imperdonables, sino por las erratas. Se cuelan cuando menos lo esperas y algunas de ellas son capaces de resistir las revisiones.
Ayúdate de buenas herramientas
Hace unos meses hablábamos de la necesidad de tener unas pautas que seguir, y os recomendaba un buen calendario editorial. No puedo más que seguir insistiendo en ello. Tener muy claro cuándo has de escribir para poder entregar a tiempo, hará que te planifiques tu horario.
Calendarios editoriales hay bastantes, si bien uno de mis favoritos es Trello, que tiene una versión gratuita que funciona muy bien y es la que yo uso. Puedes tenerlo en tu ordenador y teléfono y su uso es muy visual y sencillo.
Acomoda tu espacio
El hecho de escribir en un ordenador portátil me permite hacerlo en los lugares más insospechados. He llegado a hacerlo desde una lavandería mientras esperaba que mi edredón estuviese listo, escribo en muchas terrazas mientras tomo café o en una plaza pública tomando el sol mediterráneo.
Pero en casa he de liberarme de cosas que me puedan hacer perder el tiempo. Apago la televisión, libero la mesa de material que me distraiga y me enchufo los auriculares con algo que me motive. Normalmente funciona, y si por la razón que sea, veo que no soy productivo, o me cambio de ubicación o lo dejo para más tarde.
Aprovechar momentos muertos
Al escribir desde casa, puedo disponer de mucho tiempo para hacerlo. No duermo la siesta y suelo levantarme temprano. Puede que a las 7 de la mañana tenga ya bastante material escrito. Hay muchísimo tiempo disponible para escribir, si bien tengo una máxima: no desatenderé otras cosas que también requieren mi tiempo. Estas cosas son la familia y mis aficiones. Por esa razón, cuando me siento ante el ordenador voy a tope de concentración para poder sacar todo lo que hay en mí. Que digo yo, que algo bueno habrá.
¿Qué hacer si…?
- No estoy motivado: salir a pasear.
- No controlo el tema: documentarme o rechazarlo.
- Estoy cansado: dormir y dejarlo para luego.
- No fluye la narración: levantarme.
- Necesito inspiración: Leo a otros redactores.
- Un tema me motiva mucho: Ponerle corazón.
En definitiva, la escritura es algo apasionante y escribir más rápido para sacar contenido con mayor fluidez solo tiene un secreto: seguir escribiendo. Eliud Kipchoge no corre los 42 kilómetros de la maratón en poco más de 2 horas saliendo a trotar 10 minutos a la semana.