El artículo de esta semana te interesará realmente si lo que quieres conseguir es mayor afluencia de público y ventas en tu página web, porque reconozcámoslo, gran parte de la razón de ser de tu trabajo es la de ofrecer unos productos o unos servicios, y si estos no funcionan, puede que tengas que echar el cierre o reorientar tu estrategia. Probablemente no lo estés haciendo bien, pero no te culpes, nadie nace enseñado.
Facebook Pixel no es más que un fragmento de código que puedes insertar en tu página con diversos objetivos. Uno de ellos es el de seguir a quien te visita para recordarle que estás ahí, que tu producto mola y que es una buena oportunidad para comprarlo. Vamos a ponerte un ejemplo que te será muy conocido y que he vivido en primera persona hace poco.
Estás interesado en comprar unas camisetas con un mensaje divertido, lo normal para el verano. Vi unas en una tienda on line, pero no terminé realizando la compra. Al cabo de un rato, al entrar en Facebook para cotillear un poco, me aparecía un anuncio de esa misma página con la camiseta que había estado mirando, e inmediatamente después, me llega un e-mail con un cupón del 20 por ciento de descuento. ¿Cuál fue el resultado? Que terminé comprando la camiseta y que cuando me la puse, una compañera de trabajo encargó otra para su hermano. La jugada perfecta para el de la tienda.
Que te aparezcan en Facebook anuncios de aquello que acabas de ver en Amazon o buscado en Google es gracias a Facebook Pixel, no de la magia de la academia de Hogwarts. Permite que, entre otras cosas, se pueda hacer un track del público que deseamos. Es decir, si orientamos una campaña de ventas a cierto segmento de personas, conseguiremos un impacto más directo y ahorramos tiempo y esfuerzo, además de dinero. Lo difícil de conseguir ventas es acertar, hacer que alguien compre tu producto o servicio por primera vez. Y no se trata de lanzar una campaña «a ver qué sale», sino de acotar el tipo de público al que queremos dirigirnos.
Realizar una campaña publicitaria de manera profesional es lo que nos permite Facebook Pixel, ya que puedes medir las conversiones y por tanto, es una buena manera de no malgastar tu dinero, es decir, economizar e ir directo a lo que pretendes. En otras palabras, conseguimos conocer mejor a quienes nos visitan y sus hábitos. Porque entre otras cosas, Facebook Pixel proporciona muchísima información sobre la manera en la que tus visitantes interactúan en tu sitio web. Puedes saber de dónde son, su edad, su sexo o el idioma que hablan. Todo ello sin ser de la CIA.
Gracias a este tipo de datos podemos crear campañas personalizadas según el tipo de público. Porque la mejor publicidad es solo la que funciona, y si hay alguien que en su momento se dejó algo en el carrito de tu tienda, con Facebook Pixel puedes hacer que después le aparezcan tus anuncios publicitarios en Facebook en lugar de mostrárselos a otras personas que podrían tener nulo interés en ellos, como me pasó a mí con las camisetas, para que vuelva a visitarte. ¿Y ofrecerle un descuento? ¿Por qué no? Una vez te compre, puede que vuelva a hacerlo.
Si desconocías la existencia de Facebook Pixel ahora es el momento de investigar un poco sobre cómo instalarlo y hacerlo funcionar, no es nada complejo y no necesitas tener conocimientos amplios de programación. Piensa en lo que te puedes estar perdiendo y cuántos clientes están dejando de comprarte porque tu estrategia de marketing no es la más adecuada. No es lo mismo tirar caramelos al aire y ver quién los recoge, que observar al más goloso y darle directamente con un bombón en la cabeza.