Cuando todavía no hemos terminado de digerir el 4G como protocolo de comunicación móvil, aparece el 5G llamando a la puerta. No, no hay que irse muy lejos para recordar que, por ejemplo, el iPhone 5 del año 2012 fue el primer teléfono de Apple capaz de soportar este tipo de bandas.
En España hay cobertura 4G en aproximadamente el 85% del territorio y la tecnología de quinta generación ya casi está llamando a las puertas. Los más optimistas afirman que será el próximo año cuando comience el despliegue de la misma, si bien el año 2020 se perfila como el año más probable para ello. Sea como sea, se trata de un nuevo adelanto que ya casi está con nosotros.
¿Qué es eso del 5G?
Se trata de una tecnología de comunicaciones, concretamente de banda ancha inalámbrica, que mejorará la manera en la que nos comunicamos. Será así por su velocidad (del orden de 100 veces mayor que la actual con 4G), porque mejorará la calidad de las llamadas (menos interferencias y cortes), por su latencia mínima (es decir, el tiempo que tarde el servidor en responder) y porque mejorará no solo las comunicaciones de voz y datos entre dispositivos móviles (aunque sea lo primero que se nos viene a la cabeza). Hay mucho más por descubrir.
¿Cuáles son las velocidades que se alcanzan?
Piensa en esa película que tanto te gusta y que descargas o ves a través de una plataforma como Netflix o HBO. Si eliges una resolución 4K, sabrás que suelen pasar bastantes minutos hasta que por fin esté disponible. Pero gracias al 5G, este » ritual preparatorio» podrá tener lugar en menos de 3 minutos. Y ya no hablemos si escoges una calidad estándar de 1080. En ese caso podrás empezar a disfrutarla en pocos segundos.
Las velocidades que se consiguen con la tecnología 5G superarán a las de la actual fibra óptica (hablaríamos de una media de 20 Gbps). Piensa ahora cómo te conectabas a Internet hace 20 años, cuando los módems de 56 kbps eran lo normal y tener un archivo mp3 de 4 megas tardaba unos 6 o 7 minutos en bajarse… ¡y eso si no se cortaba la descarga por una llamada entrante!
¿Por qué es importante el despliegue del 5G?
Hay una razón muy simple, y para ello te vamos a volver a pedir que retrocedas unos años atrás. Ahora, remontémonos al año 2008. Intenta recordar cuántos dispositivos había en tu entorno que se conectasen a Internet. El ordenador de sobremesa, el portátil, tu smartphone de entonces si eras alguien avanzado, y puede que alguna televisión.
Volvamos a 2018. Tienes todos esos dispositivos y podemos añadir tu smartwatch, la tablet, el frigorífico y prácticamente cualquier objeto que reciba corriente eléctrica. Sí, hablamos del concepto IoT o Internet de las Cosas. El aumento de dispositivos conectados y cada vez más dispares exige la existencia de redes capaces de soportar un volumen tan alto de información.
Los coches autónomos serán una realidad futura y cuesta imaginar la enorme cantidad de datos que necesitan para ofrecer una conducción segura. Por ejemplo, si existe cualquier imprevisto en la carretera, el sistema de información del vehículo deberá procesarlo en cuestión de milisegundos para evitar un accidente (de ahí la importancia de la mínima latencia). ¿Es el 5G un capricho? Para nada, nace como respuesta a una demanda tecnológica y diríamos que hasta social. Y si tenemos en cuenta que la telemedicina y los robots quirúrgicos no son imaginaciones a lo Julio Verne, sino realidades que irán a más, podemos hacernos una idea de su importancia.
¿Cuáles son sus principales áreas de influencia?
En nuestro país tenemos la suerte de disfrutar de unas de las mejores coberturas 4G del mundo, prácticamente cualquier pueblo pequeño incluso dispone de ella. Sin embargo, el 5G se perfila como una tecnología eminentemente urbana debido a que operará en bandas de alta frecuencia, que tienen una alta capacidad pero por contra ofrecen un alcance más corto. Lógicamente, estará presente en los entramados de las ciudades y con un volumen alto de densidad de población.
¿Qué pasará con mi dispositivo?
Lo mismo que cuando se adoptó el 4G. Deberás tener uno compatible con este sistema para poder disfrutar de navegación a alta velocidad. En cualquier caso, los fabricantes no se plantean introducir smartphones con módems 5G hasta que el sistema de redes esté preparado para ello.
Intel ya trabaja en este sentido, y está previsto que se lance algún dispositivo móvil con 5G incluso a final de este año. De momento no hay que preocuparse en exceso. El 5G convivirá con el resto de bandas, e incluso el 4G podrá beneficiarse de algunas de las mejoras que aporte la nueva. Y como todo, es una tecnología que en un primer lugar aparecerá en dispositivos de gama alta, como ha pasado siempre, para posteriormente implementarse en el resto.
Aún así, teniendo encuentra el ritmo al que cambiamos de dispositivo (que en 2016 era cada 30 meses, de media), será fácil su incorporación como algo natural a los mercados y consumidores.
¿Y en España?
Durante este verano se ha desarrollado en nuestro país la subasta por parte del gobierno de las frecuencias para el 5G. Se han puesto a disposición de las tecnológicas 200 MHz en la banda de frecuencias de entre 3,6 y 3,8 GHz, con la misión de cubrir las ciudades. Vodafone resulta «premiada»con 90 MHz. los franceses de Orange parten con 60 MHz, y finalmente Telefónica se lleva 50 MHz.
Asimismo, ya han sido 2 las ciudades en las que se han realizado durante este año las primeras pruebas con el 5G por parte de Telefónica. La toledana Talavera de la Reina y Segovia fueron las elegidas para comenzar a desarrollar estos primeros test y se estima que durante 2019 se continúen realizando más pruebas, con el objeto de comenzar a prestar un servicio estable durante el 2020. Como podemos ver, un punto de no retorno.
¿Estamos preparados?
La cuarta revolución industrial ya es imparable, por lo que a no ser que seas un ermitaño o alguien que quiera permanecer ajeno a este cambio, la expansión del 5G nos alcanzará de pleno. Y no, no solo será útil para disfrutar de vídeos de YouTube sin cortes, sino también, por ejemplo, para que podamos disponer de nuevas funcionalidades en ámbitos como el tráfico, la medicina y la seguridad.